El alarmante nivel de sequía presagia una merma en la producción actual de caña y la sustentabilidad de la agricultura en la zona.
20 municipios poblanos que se dedican a la producción de caña de azúcar en la Mixteca se ven afectados por la falta de agua y las altas temperaturas, señala un informe reciente del Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (Conadesuca).
Según los reportes, de seguir con altos niveles de calor y sin agua, la cantidad de producción se verá mermada.
La sequía se erige como una amenaza latente sobre los vastos campos de caña de azúcar en Puebla, poniendo en jaque la producción de uno de los cultivos más emblemáticos de la región.
Un informe reciente del Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (Conadesuca) subraya la grave situación que enfrentan más de la mitad de los municipios cañeros de la entidad, revelando un panorama que podría tener repercusiones significativas en la economía local y en la industria azucarera a nivel nacional.
De los 20 municipios poblados que se dedican a la cultivación de este dulce cultivo, un porcentaje alarmante reporta niveles de sequía que no solo presagian una merma en la producción actual sino que también auguran desafíos a largo plazo para la sustentabilidad de la agricultura en la zona.
Este fenómeno climatológico, caracterizado por su falta de precipitaciones y altas temperaturas, ha comenzado a incidir de manera preocupante en la disminución de los rendimientos de la caña de azúcar, un cultivo ya de por sí exigente en términos de recursos hídricos.
La producción de caña de azúcar en Puebla es más que una actividad económica; es un legado cultural y un pilar para miles de familias que dependen de ella para su sustento. La adversidad climática pone en evidencia la vulnerabilidad de este sector frente a cambios ambientales drásticos, al mismo tiempo que resalta la imperiosa necesidad de adoptar medidas de adaptación y mitigación más robustas y sostenibles.
Ante este escenario, la comunidad agrícola, junto con entidades gubernamentales y organizaciones relacionadas con el desarrollo sustentable, se encuentra en búsqueda de estrategias para contrarrestar los efectos adversos de la sequía.
La implementación de sistemas de riego más eficientes, la selección de variedades de caña más resistentes a la sequía y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles son algunas de las medidas que se están considerando para asegurar la continuidad y el crecimiento del sector cañero en Puebla.
En conclusión, mientras Puebla enfrenta uno de los retos más significativos en su historia agrícola, la respuesta a esta crisis será determinante no solo para la supervivencia de la producción cañera sino también para el futuro económico y ambiental de la región.
La sequía ha sonado la alarma, y ahora es el momento de actuar con determinación y visión de futuro para proteger uno de los tesoros más dulces de Puebla.
Fuente: Diario Cambio