El alcalde de Kiev propone una solución, pero EUA y Rusia condicionan su soberanía
La posibilidad de que Ucrania ceda parte de su territorio a Rusia como vía para alcanzar un alto al fuego y una paz temporal volvió este viernes al debate luego de una serie de declaraciones de Vitali Klitschko, alcalde de Kiev, capital ucraniana.
“Uno de los escenarios es ceder territorio. No es justo, pero para una paz temporal podría ser una solución”, declaró el político esta mañana; también lanzó una crítica al papel de las potencias imperialistas —estadunidenses y rusas— sobre la soberanía de otras naciones.
Estas declaraciones sucedieron tras un ataque ruso que dejó 12 muertos en Kiev. Mientras la población enfrenta consecuencias directas de la guerra, las negociaciones diplomáticas avanzan en otros frentes, bajo presión de potencias extranjeras.
De acuerdo con el alcalde ucraniano, el presidente del país, Volodímir Zelenski, estaría en contra de la decisión que podría dejar a tras la ola bélica.
El presidente estadounidense Donald Trump criticó la postura de su homologo. Exhortó a Ucrania a aceptar la pérdida de Crimea, territorio anexado por Rusia en 2014, como un hecho consumado. “Crimea se perdió hace años”, sentencio al cuestionar el valor de mantener la ciudad como un punto de discusión.
Al respecto Moscú, capital de Rusia, exige condiciones que incluyen la retirada total de las fuerzas ucranianas de regiones ocupadas, el reconocimiento de Crimea y otras provincias como parte dl país soviético y la adopción de una política de neutralidad militar.
Todo ello sin garantizar el respeto a la integridad territorial reconocida de Ucrania.
En un dosier filtrado citado por The Telegraph, el gobierno ucraniano advirtió que cualquier acuerdo debe fundarse en el derecho internacional, no en la lógica de la imposición. También subraya que no aceptará ninguna reducción forzada de sus fuerzas armadas ni su base industrial de defensa.
Klitschko, crítico de la gestión de Volodimir Zelenski, reconoció no estar incluido en las negociaciones, pese a estar al frente de una de las ciudades más afectadas. “Eso lo hace el presidente. No es mi función”, acusó.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, confirmó que hay contactos con Washington y que el proceso para lograr la paz avanza, aunque aún quedan puntos por afinar. La Casa Blanca ha mostrado frustración con la postura ucraniana, mientras en el terreno los ataques continúan.
Desde Kiev hasta Moscú y Washington, los posicionamientos parecen girar más en torno a intereses estratégicos que al respeto irrestricto de la autodeterminación de los pueblos. En medio de esa dinámica, la población ucraniana paga el costo de decisiones tomadas lejos del campo de batalla.