Portavoz Matteo Bruni responde a los cuestionamientos por la presencia del peruano Juan Luis Cipriani
Apenas se resolvió el escándalo del cardenal italiano Angelo Becciu y una nueva bomba estalló en el Vaticano, con la presencia de un cardenal peruano señalado de abuso sexual.
Becciu, defenestrado por el papa Francisco en septiembre de 2020 al verse implicado en un escándalo de corrupción, pero que clamaba ser readimitido para participar en el cónclave en el que se elegirá un nuevo Papa, finalmente, presionado por la evidencia, dio un paso al costado.
“Teniendo en el corazón el bien de la Iglesia, a la que he servido y seguiré sirviendo con fidelidad y amor, así como para contribuir a la comunión y serenidad del cónclave, he decidido obedecer, como siempre lo he hecho, la voluntad del papa Francisco de no entrar en el cónclave, permaneciendo convencido de mi inocencia”, anunció Becciu, en un comunicado que difundió este martes. Con ello, puso fin a lo que muchos cardenales extranjeros vieron como una “desagradable” intriga típicamente italiana.
Sin embargo, el caso Becciu no es el único que ha enturbiado las aguas en el Vaticano: el cardenal peruano Juan Luis Cipriani, quien fue sancionado por el papa Francisco por un presunto caso de abuso sexual y que no puede entrar en el cónclave para elegir al nuevo Pontífice por su edad, 81 años, está participando en las congregaciones generales, a pesar de las restricciones que se le impusieron.
Cipriani, arzobispo emérito de Lima y el primer purpurado de la historia del Opus Dei, fue sancionado por el Vaticano con restricciones disciplinarias que incluyen el exilio de su país natal, la prohibición de llevar símbolos cardenalicios y hacer declaraciones públicas, como explicó en su momento la oficina de prensa el Vaticano.

El Vaticano precisó en su momento que las sanciones se impusieron después de que Cipriani se retirara como jefe de la iglesia peruana en 2019 “como resultado de las acusaciones contra él” y que el cardenal aceptó las medidas.
La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) también confirmó las sanciones contra el cardenal y agregó que “el Santo Padre ha tratado al cardenal Juan Luis Cipriani con exquisita caridad pastoral y ha procedido uniendo la justicia y la misericordia”.
En una carta de respuesta a ese comunicado de la CEP, Cipriani expresó su “sorpresa y dolor” y destacó que se dan “por ciertos unos hechos no probados”.
Agregó que cuando el nuncio en Perú le transmitió el precepto con el que se le limitaron algunas facultades, él lo firmó declarando por escrito que la acusación de abusos era absolutamente falsa.
Durante una rueda de prensa con periodistas posterior a la quinta congregación general de cardenales, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, fue cuestionado sobre el tema.
“Todos los cardenales pueden participar en las congregaciones generales”, declaró. La constitución vaticana que regula los cónclaves, Universi Dominici Gregis, es clara al respecto, añadió. También dijo que se informaría sobre el asunto, ya que no se han divulgado de forma completa todas las sanciones impuestas al cardenal.