El papa Francisco llegó en silla de ruedas a la basílica, donde encontró a fieles muy emocionados que acudieron a saludarlo y ser bendecidos.
El papa Francisco, convaleciente por una infección respiratoria, apareció por sorpresa en la basílica de San Pedro para observar los resultados de la restauración de la zona de Cátedra y saludar a los restauradores, antes de detenerse a rezar en la tumba de san Pio X.
El nuevo gesto inesperado del pontífice, que este domingo había reaparecido por sorpresa al final de la misa del Jubileo de los enfermos y que ayer recibió en su residencia también fuera de programa a los reyes Carlos y Camila, provocó la emoción de quienes se encontraban en la basílica en ese momento.
Francisco llegó en silla de ruedas alrededor de las 13:00 h local a la basílica, donde encontró a un centenar de fieles muy emocionados que acudieron a saludarlo y ser bendecidos, según el portal Vatican News.
El papa, que bendijo a varios niños y a grupos enteros de peregrinos que han viajado a Roma con motivo del Jubileo, se detuvo con algunos restauradores que estaban trabajando en estas últimas horas antes de la presentación a la prensa de mañana de las obras de restauración de esa parte de la basílica vaticana.
Allí encontró a dos restauradores que se mostraron muy entusiasmados por la visita y de los que elogió su trabajo. Luego preguntó cómo se vive estos días en la basílica, aún más concurrida a causa del Jubileo, según explicó la agencia italiana Ansa.
El papa entró en la basílica por la Puerta de la Oración, la más cercana a la Casa Santa Marta, donde se encuentra pasando la convalecencia después de haber sido de alta tras 38 días ingresado por una grave infección respiratoria.
Y luego rezó durante menos de diez minutos ante la tumba de Pío X, un pontífice al que siempre ha dicho que se siente muy cercano y ante el que ya acudió a rezar el domingo pasado, explicó el portal vaticano.
“Demasiada emoción, mi visión se nubló por las lágrimas y ni siquiera pude tomar una foto”, dijo a los medios vaticanos monseñor Valerio Di Palma, canónigo de San Pedro, tras ver la silla de ruedas con el papa empujada por Massimiliano Strappetti, asistente sanitario personal.
Francisco se presentó ante la gente con una manta para el frío en las piernas y cánulas nasales para el oxígeno: “Nos conmovió verlo así, de civil, sencillo. Todos lloraban, incluso los de seguridad”, dijo Di Palma, que aseguró que las lágrimas eran de alegría al ver que se había recuperado, según la web vaticana.
También por sorpresa se produjo la visita este miércoles de los reyes británicos Carlos III y Camila, que se encuentran de viaje en Italia, a pesar de que la audiencia oficial se había cancelado debido a la salud de Francisco.
El papa había reaparecido también por sorpresa el pasado domingo al final de la misa del Jubileo de los enfermos para dar una bendición y saludar a los fieles. después de haber sido dado de alta el 23 de marzo.
Fuente: EFE