La medida fue propuesta por el ministro de Transporte, Volker Wissing, que busca frenar así la contaminación.
El ministro alemán de Transporte, Volker Wissing, lanzó el pasado 12 de abril una polémica propuesta que busca frenar, a toda costa, la contaminación, y que prohibiría la circulación de vehículos los fines de semana.
Wissing propuso prohibir que los vehículos circulen los sábados y domingos de verano. La medida buscaría cumplir la ley de protección del clima, que implica reducciones considerables de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, el sector del transporte ha sido uno de los más rezagados en este aspecto y no ha aprobado un plan específico para su sector.
“El hecho de que la enmienda aún no haya entrado en vigor genera considerables incertidumbres jurídicas y fácticas”, escribió Wissing en una carta a los líderes de los grupos parlamentarios de la coalición, de acuerdo con el medio alemán Bild. “Esto no beneficia ni al clima ni a la reputación del gobierno federal”, afirmó.
De acuerdo con la ley de protección del clima, los ministerios responsables de los sectores que incumplan sus objetivos deben poner en marcha programas para poder cumplirlos.
Si el sector del Transporte no tiene un plan antes del 15 de julio, advirtió Wissing, el Ministerio de Transporte y Asuntos Digitales se vería obligado a presentar un “programa de acción inmediata que garantice el cumplimiento de los niveles anuales de emisiones del sector del transporte” hasta 2030, lo que incluiría la prohibición de conducir los fines de semana. “Sólo con medidas restrictivas y difíciles de comunicar a la población, como la prohibición de conducir los fines de semana a escala nacional y por tiempo indefinido, se podría lograr la necesaria reducción del tráfico”, aseveró.
Sin embargo, la propuesta ha generado polémica. “Esta afirmación es sencillamente errónea”, declaró a la Agencia Alemana de Prensa Julia Verlinden, líder del grupo parlamentario de Los Verdes, tras la amenaza de Wissing. Añadió que el ministro “no debería agraviar innecesariamente a la ciudadanía” y que existen otras formas de abordar los problemas climáticos, como el límite de velocidad en carreteras, algo a lo que se ha rehúsado el gobierno alemán.
En declaraciones a la Agencia Alemana de Prensa, Clara Thompson, experta en movilidad de Greenpeace, también criticó la propuesta de Wissing de prohibir la circulación de vehículos los fines de semana, señalando que el ministro simplemente está tratando de desviar la atención de sus propios fracasos.
“Wissing ha desperdiciado dos años bloqueando cada medida de protección al clima relacionada con el tráfico vehícula, y ahora presenta escenarios de horror para no tener que hacer nada en el futuro tampoco”, dijo.
Fuente: El Universal